Se vuelve a partir del Duomo de Monterotondo para atravesar, en la primera parte de la etapa, un sugestivo e intacto paisaje de los campos romanos. La etapa de hoy prevé diferentes subidas y bajadas, pero no difíciles. Se camina hacia Valle Ricca y en poco tiempo se accede a la espléndida Reserva natural de la Marcigliana.
Las bajas colinas redondeadas aún están cultivadas de sembrado o destinadas como pasto, mientras que las vertientes de los valles están recubiertas de vegetación de encinas.
A nuestro alrededor un paisaje caracterizado por antiguos caseríos y por torres medievales. En este área surgía la antigua ciudad latina de Crustumerium a lo largo de un antiguo vial de conexión entre Etruria y la Campania. A lo largo del camino de repente, en los días límpidos, aparece a lo lejos la cúpula de San Pedro.
Se deja la reserva natural y se entra en el área urbana de Roma. Para quien viene de largos días de camino en la naturaleza, deberá adaptarse al nuevo paisaje urbano, sin embargo las delicias de la civilización nos ofrecen la ocasión para reconfortarse y gozar de una merecida pausa. La etapa si termina delante de la iglesia de los Ángeles Custodios en la plaza Sempione en el centro de Monte Sacro.